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ABEJAS SILVESTRES

Cuando hablamos de abejas la primera imagen que se nos viene a la mente es la de una colmena con miles de abejas zumbando y saliendo y entrando de la colmena en la que se encuentran los panales llenos de rica miel. Pero es desconocido para la mayoría de la gente que existen unas 20.000 especies de abejas.

Figura 1. Abeja solitaria descansando en una ranunculácea.

Según Michener (1974), “Las abejas son un grupo de avispas visitantes de flores que abandonaron sus hábitos de avispa de aprovisionar sus nidos con insectos o arañas y en cambio, alimentan a sus larvas con polen y néctar recolectado de flores o con secreciones glandulares, finalmente derivadas de la mismas fuente”.

En general, las abejas son más robustas y peludas que las avispas, aunque algunas de ellas presenten un fenotipo vespoideo (cuerpo delgado, largo y con poca pilosidad; p. ej. Hylaeus, abejas nómadas y en general parasíticas) (Nates-Parra, 2005).

Figura 2. Abeja solitaria libando en una flor de esparceta.

Actualmente se reconocen siete familias de abejas en el mundo: cinco de lengua corta (Stenotritidae, Colletidae, Andrenidae, Halictidae, Melittidae) y dos de lengua larga (Megachilidae y Apidae) (Michener 2000).

Estas abejas silvestres son en su mayoría de hábitos solitarios (una hembra cava, aprovisiona y pone huevos en un nido y generalmente no está presente cuando nace su descendencia), construyen nidos en suelo, paredes y troncos; y no producen miel ni forman grandes colonias (como ocurre en Apis mellifera la “abeja” conocida por todos).

Figura 3. Abeja solitaria libando en una flor de cardo.

Los únicos grupos muy sociales pertenecen a las tribus Apini y Meliponini, donde una hembra (reina) vive en un nido muy complejo, con panales de cría y celdas para almacenamiento de reservas alimenticias; existe una casta de obreras que generalmente no pone huevos y se dedica a las labores de mantenimiento del nido total (Nates-Parra, 2005).

Todas las especies de abejas son esenciales para asegurar la polinización de las diferentes plantas y árboles, entre los que se encuentran los utilizados en la alimentación como por ejemplo, árboles frutales, muchos tipos de hortalizas (tomate, pepino, melón…) , … debido a su gran eficacia polinizadora.
Como ya hemos comentado antes estas abejas son solitarias por lo que la hembra será la encargada de buscar un lugar adecuado para nidificar, poner los huevos, depositar un suministro de alimento en la celda junto al huevo y de tapar la celda.

Figura 4. Abeja solitaria recolectando nectar en una flor de cardo.

Algunas especies utilizan cañas secas, zarzas secas, cardos secos… como nido. La hembra vacía el interior de la caña y reviste la parte más profunda de la caña con barro o trozos de hojas, dependiendo de la especie. De esta manera la celda queda aislada de la humedad. Deposita un huevo y también una bolita formada de polen para que al eclosionar el huevo la larva tenga alimento. Al terminar esta tarea, sella la cámara de nuevo con barro o trocitos de hoja desde fuera. Siguiendo este proceso va llenando la caña. Los últimos centímetros de caña suele estar ocupados por celdas vacías de nuevo mantener aisladas a las larvas de cambios de temperatura y humedad pero también para evitar el parasitismo (las abejas parásitas pondrán sus huevos en estas primeras celdas, que estarán vacías).


Figura 5. Celdas con puesta y polen . Se pueden apreciar los tabiques que separan cada celda.
                            Foto: https://allyouneedisbiology.wordpress.com/2015/03/14/formas-de-vida-de-las-abejas/



Las celdas más profundas estarán ocupadas por las nuevas hembras, mientras que las más superficiales contendrán a los machos. De esta manera, Los primeros serán los machos que esperarán a que emerjan las hembras de otros nidos para aparearse.




Bibliografía:


  • Michener CD. 1974. The Social Behavior of the Bees: A Comparative Study. Cambridge, MA. Harvard Univ. Press. 404 pp.

  • Nates-Parra G. Abejas silvestre y polinización. Manejo Integrado de Plagas y Agroecología. 75: 7-20 pp.