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2015(e)ko irailaren 23(a), asteazkena

AVISPAS ALFARERAS

Estas avispas solitarias aparecen donde menos te lo esperas, más bien sus nidos y restos de su actividad, ya que ellas son más escurridizas. En este caso, debajo de una carretilla de mano hallamos varios nidos de estos Véspidos.



La estructura social gregaria es el resultado de una evolución marcada, en el que tan solo una hembra de cada colonia es fértil y por lo tanto pasará sus genes a la descendencia. La formación de sociedades es un carácter adquirido durante la evolución y que se ha mantenido debido a que representa algún tipo de beneficio para las avispas de la especie.

Muy pocas especies de avispas son gregarias, la mayoría de las especies son solitarias, territoriales y solo se encuentran durante la época de cría. Los grupos de avispas más antiguos, aquellos que denominamos moscas de sierra o moscas portasierra o las avispas que parasitan a otros insectos, que en total son alrededor de 75.000 especies no presentan ningún tipo de formación social. En conclusión, la estructura social de avispas es más moderna que la solitaria debido a una proceso de evolución. 



Avispas solitarias:

Los eumeninos (Eumeninae), o avispas alfareras, son una subfamilia de avispas comunes, son solitarisa y depredadoras, se alimentan atacando a las arañas que tejen telarañas y orugas. Se llama así porque construye su nido con barro en forma de vasija o tubos de órgano que adhieren a tallos o muros. Se producen dos o tres generaciones al año.


Figura 1. Eumeninae o avispa alfarera (www.wikipedia.com).


Es un grupo amplio y cosmopolita que contiene casi 200 géneros, y en él se incluyen la inmensa mayoría de las especies en la familia Vespidae. Casi todas las especies conocidas de Eumeninae son predadoras solitarias (algunas especies son primitivamente sociales).

La mayoría son negras o marrones, y marcadas comúnmente con patrones llamativos que ponen en contraste amarillo, blanco, anaranjado o rojo (o combinaciones de los mismos). Como la mayoría de los véspidos, sus alas se doblan longitudinalmente en la posición de descanso.


Figura 2. Diferentes géneros de avispas alfareras (http://cjai.biologicalsurvey.ca/bmc_05/key_eumeninae.html).


Los hábitos de nidación de las avispas solitarias son más diversos que los de las avispas sociales. Algunas avispas construyen celdas de barro, en lugares protegidos, típicamente en el lado de las paredes. Las avispas de alfarero construyen de manera similar nidos, como floreros, de barro, a menudo con varias celdas, que se adjuntan a las ramas de los árboles o contra las paredes (estas son las de nuestro caso concreto). La mayoría de las otras avispas depredadoras hacen su madriguera en el suelo o en tallos de plantas, y algunos no construyen nidos en absoluto y prefieren grietas que ocurren naturalmente, tales como pequeños agujeros en la madera. Algunas presentan gran plasticidad de hábitos. Generalmente las celdas para hembras son más grandes y contienen más alimento que las de machos. Al igual que en otras véspidas el huevo es suspendido del techo por un tallo fino y es depositado antes de almacenar el nido. A diferencia de las familias, Crabronidae y Sphecidae, las avispas alfareras construyen el nido con barro seco y agua que acarrean en el buche.
Visitan flores de numerosas especies para beber el néctar que proporciona energía para el vuelo. En muchos, la lengua llega a 4 mm. Contribuyen a la polinización de ciertas plantas.

Un detalle curioso de la biología de avispas alfareras es su relación con ciertos ácaros. Ciertas especies están asociadas con un género específico de ácaro. Tienen una cavidad especial en la base del abdomen llamada “acarinario” que sirve para alojarlos. Los machos transfieren ácaros a las hembras durante el apareamiento y éstas los transfieren a los nidos donde se alimentan de las larvas sin causarles aparente daño. Se desconoce el significado de esta relación y si beneficia a las avispas.


Figura 3. Varias imágenes de celdas o nidos de avispas alfareras.





2015(e)ko irailaren 1(a), asteartea

LAS MANTIS, UNOS ANIMALES LLENOS DE CURIOSIDADES

Mantis religiosasantateresa en algunos países de América del Sur, es una especie de insecto mantodeo de la familia Mantidae. Tiene una amplia distribución geográfica en todo el Viejo Mundo (Eurasia y África), con numerosas subespecies según las regiones.

Todos hemos oído alguna vez hablar de este increíble animal muy conocido por la tendencia de las hembras a devorar al macho empezando por la cabeza cuando se encuentran en copula.

Estos animales deben su nombre a la posición que toman sus patas anteriores ya que recuerdan a la posición en la que se colocan las manos para rezar. Existen más de 2000 especies de mantis en todo el mudo pero solo 12 de esas especies viven en Europa. Las hay de muchos colores y algunas de ellas están especializadas en camuflarse con los colores de las flores en las que cazan para no ser visto ni por las presas que cazan ni por los depredadores.


Figura 1. Mantis religiosa en el alfeizar de una ventana.

Las mantis religiosas son animales solitarios excepto en la época de apareamiento en la que los machos buscaran a las hembras y pelearan por ellas con el fin de ser el "afortunado" que se reproduzca. Cuando se encuentran en cópula la hembra suele, pero no siempre ocurre, devorar al macho empezando por la cabeza. Hecho que hace tan famoso a este animal. El macho a pesar de haber perdido la cabeza sigue eyaculando el esperma dentro de la hembra. La hembra se alimenta del macho para tener reservas para la puesta de huevos.

Pero a parte de esta curiosidad la mantis tiene otras características no tan conocidas pero no por ello menos sorprendentes.

La Mantis religiosa es el único animal conocido que cuenta con un solo oído. Este se encuentra situado en su tórax y es por ello que no puede saber de que dirección proceden los sonidos.

Las mantis recién nacidas se alimentan de otras pequeñas mantis, comportamiento bastante habitual entre los animales, como es el ejemplo de los tiburones.

Figura 2. Detalle de la Mantis religiosa.


Estos animales carecen de estadio larval, es decir, desde que nacen, las mantis bebes son igual que su madre pero más pequeñas y sin alas. Después de varias mudas, pueden llegar a ser 12, las crias alcanzan el tamaño de los adultos. Cada vez que cambian de muda tienen que pasar unas horas para que el exoesqueleto de la mantis se endurezca. Tiempo durante el que son muy vulnerables.

En algunas culturas encontrar puestas de este animal es un buen presagio mientras que en otras considerado una señas de mal augurio.

Son muy buenos y efectivos cazadores, por lo que son usados en huertas ecológicas para mantener a raya a diferentes plagas.