El fin de semana pasado decidimos ir a ver unas de las
cascadas más espectaculares de observar en invierno por las cercanías de Vitoria-Gasteiz.
Fue una gran elección por la gran belleza del paisaje, típico de los montes
vascos.
El fin de semana pasado decidimos ir a ver unas de las cascadas más espectaculares de observar en invierno por las cercanías de Vitoria-Gasteiz. Fue una gran elección por la gran belleza del paisaje, típico de los montes vascos.
- Descripción: la cascada de Gujuli (o Goiuri) es un salto vertical de más de 100 m de altura que tiene el arroyo Oiardo cerca de la localidad de Gujuli, en el municipio de Urcabustaiz en la provincia de Álava (España), unos 30 km al noroeste de Vitoria-Gasteiz, en la carretera que une Orduña con Murguía. El caudal de la cascada es prácticamente nulo durante el verano, siendo las mejores épocas para disfrutar de ella la primavera y el otoño. El arroyo Oiardo es afluente del río Altube, que a su vez desemboca en el río Nervión.
Figura 1. Mapa de diferentes barrancos y cascadas de Álava, incluída la de Gujuli (www.barranquismo.net). |
- Litología: el río Oiardo se precipita en una cascada de una altura aproximada de 100 m, excavada en las margas y calizas del Turoniense. La garganta se prolonga en dirección SE, aunque 1 km después gira hacia el NE hacia el río Altube. Se trata de un fenómeno de captura fluvial por erosión remontante. Este es la causante de la formación de la cascada, siendo el cambio brusco de dirección antes citado, el codo de captura del río Oiardo por la erosión remontante del río Altube. Esto se explica por la gran diferencia de cota entre ambos cauces. El primero, de la cuenca mediterránea y el segundo, de la cantábrica. En la base de la cascada hay un profundo pozo que socava la base de la pared y provoca los desprendimientos que hacen retroceder la pared y la cascada.
Figura 2. Croquis de la cascada de Gujuli (www.barranquismo.net). |
- Mitología: cuenta la leyenda que en Gujuli vivía un hombre al que sus padres llamaron Urjauzi (cascada) porque era muy llorón. Un día, paseando junto al río Altube, descubrió a una bella mujer bañándose. La chica, que en realidad era una lamia (ser mitológico ligado a los ríos representado por una mujer con pies de pato) Baigorri, la cual tomó un espejo y mirándolo dijo: "quiero un peine de oro", y al momento lo tuvo entre sus manos. Al ver lo ocurrido, Urjauzi cogió el espejo y salió corriendo. Desde entonces lo utilizó para convertirse en un hombre rico, pero también avaricioso. Una tarde, sesteaba bajo un haya cuando una voz le despertó: "¿Cómo te llamas?". "Urjauzi", respondió. Al instante descendió del árbol Baigorri. En sus manos tenía el espejo en el que Urjauzi se veía reflejado. ¡Había pronunciado su nombre mientras miraba el espejo! Corrió hacia un barranco cercano a Gujuli y lloró, lloró tanto que se formó un pequeño charco. El charco se convirtió en río y se precipitó por el barranco. Nadie supo más de aquel hombre, pero cuentan que en invierno, cuando la cascada rebosa de agua, se puede oír los sollozos de una persona.
Figura 3. Vista frontal de la cascada de Gujuli desde el mirador en donde se pueden apreciar las distintas capas de margas y calizas lo que le da un aspecto de gradas de estadio de fútbol. |
Figura 4. Vista frontal de la cascada de Gujuli desde el mirador. |
Figura 5. Vista lateral de la espectacular cascada de Gujuli. |
Figura 6. Vista lateral de la cascada de Gujuli. |